MINAS EN MARCHA: V Encuentro. Octubre del 2011

DECLARACIÓN
El espacio público forma parte del imaginario democrático que piensa la calle, la plaza, como aquel lugar común en donde ejercer, exigir, y proclamar los derechos que fundamentan dicho sistema. Sin embargo, en contextos contemporáneos de desarrollo capitalista y urbanismo masivo y acelerado, aquellas experiencias colectivas, sustento del quehacer en Democracia, tienden a desaparecer, invisibilizando cuerpos, acciones, y participación ciudadana. La calle pierde su condición de lugar (como espacio de simbolización reconocimiento y referencia colectiva) para transformase solo en espacios de tránsito sin pertenencias.En Chile, durante los años 80, la calle se transformó en la voz que exigió el fin de la Dictadura, a través de la protesta civil se generaron las redes y los vínculos que propiciaron el retorno a la Democracia.Ahora bien, en términos formales, lo que se consiguió fue una democracia bastante restringida, la cual consolidó el modelo neoliberal y negó sistemáticamente las formas de expresión callejera como una manera válida de reivindicación política y cultural. La calle entonces, perdió su valor representativo, en su lugar, silencio y apatía ocuparon la acción de los cuerpos, bajo el discurso de la estabilidad política, la reconciliación y el olvido.El cuerpo social desapareció de la escena pública y la ocupación de la calle estuvo restringida a fechas de conmemoración institucionalizadas, como el 1º de mayo, 11 de septiembre y el 12 de octubre, es decir, la expresión ciudadana se ordenó y calendarizó, por ende se normalizó.Este año 2011, no obstante, una serie de marchas, han reinstalado a los ciudadanos en el espacio urbano. Estudiantes, secundarios y universitarios, han desplegado una serie de visualidades que vinieron a potenciar la vuelta a la calle, a través de la acción performativa.Las marchas han convocado a miles de personas que van formando, en su andar, una puesta en escena que cohesiona la acción del cuerpo social, como superficie donde se inscriben las demandas estudiantiles. Este marchar por las calles, tiene un profundo valor simbólico, pues construye una corporeidad (individual, social y contextual) que se plasma en la diversidad de elementos que aparecen en las convocatorias; pancartas, lienzos, imágenes, vestimentas, maquillajes, acciones teatrales, música, danza, y apropiación objetual mediante su representación.Estos medios expresivos y visuales son el marco para la acción performativa, que ha permitido generar un universo simbólico, (y una reflexión visual de lo que nos rodea) fuente y matriz significante en las demandas actuales, pues, vincula la identidad personal y la dimensión social de los asistentes, lo cual posibilita la interacción, el encuentro y el dialogo colectivo.Sobre estas ideas proponemos para este V Encuentro de MINAS, la reflexión en torno a la expresión del cuerpo en el espacio público, en la prisa de una calle tomada, para la expresión… EN LA MARCHA. Intentamos indagar, sobre las corporeidades que se desplazan, lo cual amplía los límites del cuerpo individual y se inserta en la acción de los cuerpos en un ámbito colectivo, por otra parte nos interesa visibilizar en distintos dispositivos la politización del espacio público, específicamente, en las movilizaciones entendidas como formas de expresión de un sentir colectivo, un espacio pensante que está constituido por personas, articulado desde sus conversaciones, sus demandas y sus cotidianeidades.Finalmente, profundizar en las variantes discursivas de la Performance, en sus ámbitos artísticos, culturales y antropológicos, dando énfasis a los cruces con el activismo y lo político. confluencias que permiten pensar y ubicar a los cuerpos en marcha, bajo un espacio liminal, definido por Víctor Turner como una manifestación anti-estructura y anti-jerarquía de la sociedad, que nos permite pensar el desplazamiento de acciones artísticas hacia el campo del activismo para intentar intervenir de manera directa en el tejido social y por otra parte prácticas políticas realizadas por la ciudadanía, basadas en lenguajes visuales y artísticos que pueden ser integrados como parte del imaginario cultural de un colectivo social o comunidad.